martes, 26 de junio de 2012

lunes, 25 de junio de 2012

Licuado de sensaciones

Volver a estar mas tiempo en casa después de una semana llena de salidas, es... un infierno. Tendría que decir que es una oportunidad, pero no puedo. Es un infierno.

Estoy en una batalla y se que no me puedo rendir. Lucho por mí, por mi espacio, por defender y ganar mas lugar en donde vivo. Rodearme de 9 personas diariamente no es tarea fácil y menos cuando esas personas impiden que yo sea feliz.

No quiero ponerme en papel de víctima, pero siento que yo giro en una sintonía distinta de la de ellos. Son diferencias, a la hora de pensar, a la hora de comer, a la hora de estudiar, a la hora de discutir, a la hora de amar.

Tengo una necesidad grande de afecto que en mi casa no puedo encontrar, de un lugarcito al cual llamar mi hogar. De a poco estoy empezando a rodearme en un grupo de personas que podría llamar hermanos, porque me dan esas palabras, ese aliento que necesito para seguir adelante, eso que en casa, no encuentro.
Hace poco me dijeron que si quiero tener mi espacio tengo que mentalizar un espacio en mi cabeza, y con un poquito de paciencia ese lugar va a aparecer.

Estoy con muchos cambios en mi vida, me siento un poco perdida. No estoy del todo segura para donde ir. ¿Qué estudiar si no es música? ¿Cómo voy a hacer para irme de casa? ¿Cómo voy a poder resolver el tema del espacio en mi casa?

Tengo inculcada la idea por parte de mis viejos de que tengo que estudiar para ser algo en esta vida, y me resulta muy frustrante no encontrar esa carrera.
Tengo tantos libros libros abiertos que no me decido por cual seguir.
Tengo bandas por escuchar que no estoy segura si quiero escuchar.

¿Quién dice que ahora en mis 21 años tengo que sí o sí estar estudiando? ¿Quién dice que tengo que leer un libro para poder tener una respuesta sensata cuando me pregunten "qué estás leyendo"? ¿Quién dice que tengo que tener un trabajo para irme a vivir sola?

¿Porqué está tiene que estar todo dicho en esta vida?

Y me pongo a pensar que quizás si yo sea distinta en esta casa, pero no en mi entorno de amigos, y que eso sí haga la diferencia. Quizás para mí si me haga bien leer 5 libros al mismo tiempo comparado con el resto de las personas que sí les da mas gusto leer un libro sólo. Quizás todavía necesite indagarme ciertas cuestiones sobre mi vocación en mi vida antes de ver para donde voy.
Hoy se que necesito metas cortas, y así dejar de frustrarme cuando empiezo algo y no lo puedo terminar.

Siento que me estoy poniendo más grande, que no soy mas una nena. Que las cosas hay que hacerlas y dejar de pensarlas tanto. Que si empiezo por hacer, las cosas van a ir apareciendo solitas.

Cuesta tanto avanzar, el sueño de dormir me gana. Quizás necesite dejar que gane el verdadero sueño, ese que no me deja dormir.

Hoy la vida, me pide vivirla y dejar que todo fluya. Necesito reconectarme con esas cosas que me movilizan que me hacen sentirme mas yo.

Todo llega...





lunes, 18 de junio de 2012

Flequillo sí, flequillo no

Tenía esto guardado por ahí, y ya que ayer me hice flequillo nuevo, me pareció oportuno publicarlo.
Ahí va!


Ayer me agarró esa cosa de querer hacerme el flequillo para el costado.

Como tengo rulos, hacerme flequillo siempre fue un tema para mí. Cada vez que estaba por hacérmelo, para que me quedara bien, sabía que apenas saliera de la ducha iba que estar secándomelo, para después plancharlo bien, porque sino durante el día no me iba durar. Una vez corto, no hay vuelta atrás. Si después me arrepentía tenía que estar agarrando ese mechoncito de pelo con un par de clips, bien sujeto para que ningún pelo quede suelto.
Pero bueno, tarde o temprano mi ser me pide un cambio y termino recurriendo, inevitablemente al flequillo.

Mi intención era hacermélo para el costado, asique entre en Youtube para ver que me aconsejaban los peluqueros con sus consejos para cortarme el flequillo. Que si lo querés para la derecha lo cortes en dirección izquierda y viceversa. Y que el flequillo siempre se corta con la tijera en posición vertical. Cosa que no sabía y me pareció re interesante.
De ahí al espejo, tijera que va, tijera que viene, comprobé que lo de la tijera en vertical funciona. Hace que el flequillo quede mas parejito, mas livano de alguna forma. Después de intentar de darle forma de costado al flequillo, terminé que hacer algo que no quería hacer... darle forma recta, adiós idea de tener fleco de costado. Fue algo que me pudo, seguramente mi frente pedía a gritos que la tapen.

Nuevamente el flequillo vuelve a mi vida. Es que es así, me cambia la cara totalmente, por eso me gusta disfrutar esa cosa de sentirme distinta por un tiempo.

¿Fleco nuevo, vida nueva? Ya veremos.

Y sa sa sa sa sa!

Okey soy un poco bastante muy impulsiva. Creo que a veces por dejarme llevar, dejo de tomar consciencia de lo que digo, de lo que veo y ni hasta de lo que siento. Actuar, después pensar es mi lema.


Y el otro día me pasó algo así. Le dije algo impulsivamente a un chico con el que hay un poco de  onda. La conclusión es que quedé como una desperada por el chico y nada que ver, quería parecer copada y me salió mi otro yo interno. No fue tan grave, el muchacho en cuestión ni se dió cuenta, pero yo en el momento pensé, tragame tierra.


Cosas que pasan

domingo, 17 de junio de 2012

Creer o reventar

Voy a levantarme todas las veces que sea necesario, hasta ponerme derecha y segura, frente lo que la vida me presente.

domingo, 10 de junio de 2012

Período de adaptacion number two!

Hace mucho que no me despertaba con alguien sonriendo. Hace mucho que no me decían lo linda que soy y que cuando sonrío, transmito buenas energías. Hace mucho que no me callaba cuando me acostaba con alguien.

Hace mucho. ¿Mucho? No tanto.

Fue difícil sacarme prejuicios de encima, valores, consejos instalados por mis viejos. Es nuevo esto de tener la posibilidad de elegir lo que yo quiero hacer con mi vida. De encontrarme sola, y darme cuenta que tengo que aprender a confiar en las personas. En mí mas que nada.
De dejarme ser, y no tener miedo a descubrirme, a conocerme. Es un lindo camino. Es como que me voy sacando buzos, bufandas que antes tenían función sobre mí y que ahora no. Ahora elijo cosas que me abriguen pero mas livianas, que sean útiles, que me permitan moverme de la forma que yo quiero.

Aprendiendo a darme amor.

Es un momento en el que me doy cuenta que para poder ayudar a alguien, para poder dar amor, para poder cocinar para un amigo, es necesario saber ayudarme, es necesario aprender a darme amor, aprender a cocinarme.

Aprender a darme cosas y aprender a recibirlas para poder saber darlas a los demás.

Esto sigue formando parte del período de adaptación en el que estoy, adaptándome a mí.

Es lindo, me siento muy bien descubriéndome.

Feliz.


domingo, 3 de junio de 2012

No se que título le pondría a esta entrada del blog. Cambios, quizás, palabra que vuelve a abrazarme nuevamente en estos días otoñales. O alguno relacionado con la bicicleta, porque siento que últimamente todo gira, gira y gira...

¿Cómo encontrar la pista que me describa dentro de este caos?

-Sos otra persona me dice una amiga, en un mes cambiaste un montón. Otra, también, me dice que me veo mucho grande desde la ultima vez que hablamos.
¿Cómo saberlo? La cara, me dijeron una vez, es el espejo del alma. Me busco en el espejo y es cierto, no me reconozco. Soy otra, una version anterior mia, pero mejorada.
Estoy empezando a vivir momentos que siempre supe que quería vivir.

Me rodeo con personas, hace unos meses desconocidas, dispuestas a acompañarme en la cotidianidad, para que ésta sea mas liviana. La bici, cambia de lugar y logra ser el nexo que me conecta con un nuevo mundo de oportunidades, de retos y especialmente de crecimiento. Y crezco,  rodeada de gente que desea lo mejor para mí, que comparte mismos valores. Que me acepta tal cual soy y eso en definitiva, me permite ser. Es como un alimento para mi alma.

Todo me moviliza, me conecto mas con lo que soy, me doy cuenta hacia donde quiero y no quiero ir. Y que ya saber qué me moviliza, lo puedo transformar en el motor que me conduzca al infinito camino de conocerme a mí.

La vengo peleando mucho en estas semanas, buscándole lugar a mis sueños, a lo que quiero que empiece a formar parte de mi cotidianidad. Generando constancia, abriendo puertas, insistiendo en eso que me hace tan feliz.

Me queda un largo camino de otros aprendizajes, de experiencias, de retos. Es una de las primeras veces que le siento el sabor agridulce a crecer. Quizás lo definiría como, estar mejor con uno mismo.

Y estoy logrando eso, estoy mejorando mi relación conmigo misma, y de yapa estoy encontrando la calma de pasitos.