domingo, 3 de junio de 2012

No se que título le pondría a esta entrada del blog. Cambios, quizás, palabra que vuelve a abrazarme nuevamente en estos días otoñales. O alguno relacionado con la bicicleta, porque siento que últimamente todo gira, gira y gira...

¿Cómo encontrar la pista que me describa dentro de este caos?

-Sos otra persona me dice una amiga, en un mes cambiaste un montón. Otra, también, me dice que me veo mucho grande desde la ultima vez que hablamos.
¿Cómo saberlo? La cara, me dijeron una vez, es el espejo del alma. Me busco en el espejo y es cierto, no me reconozco. Soy otra, una version anterior mia, pero mejorada.
Estoy empezando a vivir momentos que siempre supe que quería vivir.

Me rodeo con personas, hace unos meses desconocidas, dispuestas a acompañarme en la cotidianidad, para que ésta sea mas liviana. La bici, cambia de lugar y logra ser el nexo que me conecta con un nuevo mundo de oportunidades, de retos y especialmente de crecimiento. Y crezco,  rodeada de gente que desea lo mejor para mí, que comparte mismos valores. Que me acepta tal cual soy y eso en definitiva, me permite ser. Es como un alimento para mi alma.

Todo me moviliza, me conecto mas con lo que soy, me doy cuenta hacia donde quiero y no quiero ir. Y que ya saber qué me moviliza, lo puedo transformar en el motor que me conduzca al infinito camino de conocerme a mí.

La vengo peleando mucho en estas semanas, buscándole lugar a mis sueños, a lo que quiero que empiece a formar parte de mi cotidianidad. Generando constancia, abriendo puertas, insistiendo en eso que me hace tan feliz.

Me queda un largo camino de otros aprendizajes, de experiencias, de retos. Es una de las primeras veces que le siento el sabor agridulce a crecer. Quizás lo definiría como, estar mejor con uno mismo.

Y estoy logrando eso, estoy mejorando mi relación conmigo misma, y de yapa estoy encontrando la calma de pasitos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario